LOS ANTECEDENTES

Son muchas las veces que he pensado en un título para esta entrada y muchos los que se me han venido a la cabeza: «Mi gran boda vegana» (aunque la verdad es que fue una boda que considero pequeña y en realidad hubo un par de excepciones vegetarianas que veréis más adelante, así que nada); «Cómo casarte y no morir en el intento» (esta se acerca bastante a la sensación real jajaja) o «Cásate, decían» (en honor a todos los que achuchan para que te cases como si se llevasen comisión). Pero definitivamente he decidido ir a lo clásico para resumir esta extra-larga entrada en la que os hablaré de la «VEGGIEBODA», como mis amigos la bautizaron.

Antes de empezar me gustaría dejar claro que esto ha sido mi (de aquí en adelante siempre que diga MI significará también NUESTRA, obviamente) experiencia, basada en lo que me ha pasado y en mi forma de ser y entender la contratación de un servicio (bastante planificadora y atenta al detalle, no en vano son ya más de 10 años los que llevo trabajando en área comercial-sí, hay vida más allá de las brochas jejeje), así como en lo «particular» de nuestro banquete.

He querido esperar unas semanas hasta escribir esta entrada para poder verlo todo con más calma y perspectiva, ya sabéis que el tiempo todo lo pone en su sitio y esto me ha ayudado a dar prioridad a las cosas buenas que pasaron y dejar enfriar los posibles disgustos que tuviera.

Primero voy a hablar por encima de los distintos proveedores, porque imagino que si has llegado hasta aquí es porque tú también estás planificando tu boda y quizá te venga bien, y por último resumiré mi experiencia y cómo yo me he sentido.

LA COMIDA: CÓMO SOBREVIVIR A UNA BODA SIN PONER JAMÓN

La pregunta más hecha, junto a la de si me iba a maquillar yo, fue: ¿y vas a hacer una boda vegana/vegetariana? Esto visto desde fuera es perfectamente comprensible que llame la atención (todo lo que es diferente o se sale de la norma nos la llama, en cualquier ámbito), pero si lo pensamos fríamente es como si a alguien creyente le preguntas que si se va a casar siguiendo el rito de su correspondiente religión: ¡Pues claro! ¿Qué pregunta es esa? Y para mí esto es mi «religión», es mi ética, son mis principios. Cuando un amigo te dice oye que me caso en tal iglesia, yo todavía no he visto a nadie cuestionarle o tacharle de egoísta porque no piensa en la gente que no cree o que se va a aburrir en misa, advertirle de que le van a criticar, decirle que por qué no piensa en sus invitados o que les está obligando a pensar como él (se ve que dejar de comer animales durante 6 horas puede llegar a ser traumático), tratar de convencerlo diciendo que una boda civil (o por otro rito) se disfruta más, blablabla… Todas estas cosas negativas y cómo yo las afronté las resumiré en esta gran frase de Dumbledore que dice: «Algunas veces hay que elegir entre lo que está bien y lo que es fácil». Y para mí, lo que está bien es lo que hago en mi día a día (incluido el de mi boda). Y eso es lo que decidí hacer, aunque desde luego no fue fácil. Así que desde ya agradezco el apoyo de mi chico, porque aunque él también haya tenido momentos de dudas, ha sabido entender lo importante que este punto era para mí y lo hemos hecho de la mano. De eso se trata al fin y al cabo 🙂

Una vez dicho todo lo anterior, os podréis imaginar lo «divertido» que fue encontrar un lugar/catering para la celebración. Nosotros siempre fuimos con la palabra menú vegetariano/vegano por delante a la hora de contactar (porque aunque lo ideal hubiera sido vegano, la realidad es bastante más complicada y yo también tuve que ceder un poquito). Y así pues, encontramos un panorama un tanto desolador: desde empresas que aún sin haberles dicho la fecha decían que ya estaban ocupadas (me río por no llorar) hasta otras que directamente se negaban a hacerlo, pasando por las que te ofrecían una rica parrillada de verduras de primero y ya veríamos el qué de segundo.

Así fue como después de tener a un par de candidatos finales nos decidimos por el Hotel Ayre, que desde un primer momento nos dijeron que estarían encantados de afrontar un menú diferente y que incluso lo veían como una oportunidad para tener ya este tipo de menú desarrollado y poder ofrecerlo para siguientes ocasiones. Que se formarían, haríamos varias pruebas si fuera necesario, podríamos darles sugerencias e ideas y, en definitiva, su actitud era la mejor que nos habíamos encontrado. Visto esto y que tuvieron un par de detalles (comercialmente hablando) interesantes, los contratamos. He de decir que hay cosas que se portaron genial e hicieron bien y con buena disposición, pero tuvimos un sustito con ellos bastante importante a tan sólo un mes de la boda y eso sumado a que un par de cosas en la comida no las hicieron conforme lo acordado y algún detalle más, hacen que la experiencia no terminara de ser conforme lo esperado.

Para terminar este bloque os dejo el que fue nuestro menú 🙂

Nuestro menú de boda. Menos la tosta de queso de cabra y el cucurucho de queso, todo lo demás era vegano 😀

Y ya está bien de hablar de comida, jejeje, pasemos a otras cosas que también me habéis preguntado 🙂

MI ESTILISMO: DE LOS PIES A LA CABEZA

Aquí voy a englobar todo: zapatos, vestido, tocado, uñas, complementos varios…

(Vuelvo a recordar que, al ser vegana, cuando iba buscando cosas para comprar mi requisito era que no tuviera piel/seda/lana/perlas/cashmere…)

ZAPATOS

Quería unos que fueran cómodos y con los que pudiera aguantar bastante, aunque lo de pasar a un segundo calzado siempre estuvo claro. En mi caso elegí estos de Menbur, que compré en su tienda propia de Granada.

Súper cómodos al estar sujetando el pie, así como por su tacón ancho y su plataforma. Aguanté mucho con ellos, tanto en la boda como en el postboda y sin problema. Un gran ejemplo de que no por dejar de ser de piel un zapato tiene que ser de mala calidad (o plasticorro como muchas veces decimos).

MEDIAS- LENCERÍA

Odio las medias con toda la fuerza máxima de mi corazón. No hay media que me haga sentir cómoda. Que no me iba a poner medias (o pantys, como les queráis llamar) era algo que sabían hasta en la China más oriental. Ni blancas, ni marfil, ni carne, ni nada.

Respecto a ropa interior… mi vestido contaba con copas incluidas y al tener espalda baja tampoco había mucha opción a faja (ni la quería). Simplemente me compré una braguita moldeadora en Women Secret (que la verdad no vi yo el moldeamiento en ningún sitio) y andando.

EL VESTIDO

Fui a varios sitios a probar y otros tantos tenía citados cuando encontré el mío. Imaginad si lo encontré tan de sopetón que ni mi madre vino conmigo la pobre, porque yo iba sólo a ver… y al final vaya que si vi. Lo hice en Centronovia y es de la firma ST. PATRICK (Pronovias). Este sitio tiene la particularidad de tener vestidos a muy buen precio pero te lo tienes que llevar sobre la marcha (lo cual a mí me tranquilizó mucho porque yo eso de que no me dieran mi vestido hasta unos días antes me ponía los pelos de punta) y tú te encargas de llevarlo a arreglar.

Para ese fin contacté con MERCEDES, una modista que es un encanto y con mucha experiencia a la que tenéis en su taller de Av. Manolete en Córdoba. A ella le llevé el vestido y le planteé el reto de hacer una capa. Yo no me veía con velo, de ninguna de las formas. En principio había pensado poner una cola hecha de velo… pero finalmente me enamoré de la figura de la novia con capa. Mercedes ideó un sistema (toda una obra de ingeniería, maravillosa y fácil) para poder quitar y poner la capa sin perder los apliques de los hombros.

Capa de 3 metros hecha en gasa

Todo el mundo me ha dicho que iba «muy yo» (y aún sigo pensando en qué es eso exactamente jajaja) pero desde luego el estilo es el que quería. Un estilo elegante, sencillo y cómodo, que no fuera aburrido y que me hiciera sentir especial.

COMPLEMENTOS

Para el pelo llevé una tiara prestada por una de mis mejores amigas, súper bonita con brillantes y perlitas. También me puse unas horquillas de jazmines, que hizo mi madre a mano en porcelana fría (iguales a los que di como alfiler), en la trenza posterior.

Las joyas fueron prestadas por mi madre, una gargantilla muy sencilla y que me encanta (y eso que no soy yo de valorar las joyas), una pulserita del mismo estilo y los mismos pendientes con los que mi abuela se casó, con un gran valor sentimental como podréis imaginar.

EL PEINADO: BODA Y POSTBODA

Para el peinado de la boda me decidí por la compi Rosa Núñez. Hicimos la prueba muy pronto para quitarme una tarea más de encima y poder estar tranquila y la verdad que muy bien, quedó precioso y conforme a la idea que llevaba. El día de la boda no quedó exactamente igual y decidí pasar rápido al semirrecogido, soltando las horquillas claves para ello (estaba diseñado para poder hacer esto).

Con Rosa Núñez el día de la prueba

Para el postboda pude quitarme mi espinita de poder tener fotos en mi pueblo, Cabra, y así también me pudo peinar mi peluquero al que llevo años yendo y al que quiero muchísimo: Paco Anguita. Le enseñé la idea que tenía y la supo captar a la perfección y rápidamente. En menos de una hora tenía mi recogido terminado y listo para lo que le echaran. Duró estupendamente hasta bien entrada la tarde que igualmente lo dejé en semirrecogido (porque ir a tomar algo a un bar con recogido de novia y jazmines lo mismo queda raro jajaja).

Con Paco Anguita

LAS UÑAS: MANICURA Y PEDICURA

Llevo años confiando en mi Laura Uñas Esculpidas. Tanto tiempo que ir a su estudio es ir a ver a mi amiga y a zamparme un hojaldre con ella. Unas veces me dejo hacer y otras le hago hacer (para su desesperación jajaja). Para la boda elegí un color rojo frambuesa que iría a juego con los labios y para el postboda un color más nude rosado con un detalle de glitter en ambos anulares. Ambos preciosos, elegantes y de duración estupenda (o la que mis dientes de roedora le dejan normalmente).

La primera manicura, en tono rojo frambuesa oscuro

MAQUILLAJE

Si aún no habéis leído la entrada que hice específica hablando sobre mi maquillaje de novia os dejo el enlace AQUÍ

FOTO Y VÍDEO PARA EL RECUERDO

Nuestra elegida fue CRUZ PRODUCCIONES. Esta empresa está regentada por una de mis mejores amigas, y lo digo a boca llena porque estoy súper orgullosa de ella. La conocí en la facultad y la he visto crecer como persona, como profesional y, por suerte, como amiga mía. Mi único temor era que estuviera más pendiente del trabajo que de disfrutar con nosotros, así que tuvimos una charla previa para llegar a un consenso jejeje. Os aseguro que el equipo (tanto cámaras de foto como vídeo, eso sin hablar del equipo humano) con el que cuenta es de los mejores que podréis encontrar, pero nada superior a la atención que da a sus clientes, y esto lo digo con conocimiento de causa porque le he dado apoyo en ferias de bodas y la he visto atender a clientes, y es una pedazo de profesional. Tiene su estudio (precioso por cierto) en Emilia Pardo Bazán (zona Nuevo Zoco). El postboda también lo hicimos con ella 🙂

Con Mari Cruz de CRUZ PRODUCCIONES
(y los alfileres que di con forma de jazmín)

WEDDING PLANNER: IMPRESCINDIBLE PARA EL BIENESTAR MENTAL

Había fundamentalmente dos cosas que teníamos claras respecto a nuestro día: que no queríamos tener preocupaciones ni estar pendientes de nada y que queríamos que hubiera un guiño especial a Harry Potter (bueno, esto quizá lo tenía más claro yo… jajaja).

Para esto mi mirada estaba fijada en Sara, de La Boda de Pandora (y paisana Egabrense). Yo admiro a la gente que pelea, que se ilusiona, y que no se conforma con lo que tiene si sabe que hay vida más allá. Que pelea por formarse y mejorar, aunque a veces te llegues a preguntar si realmente se valora como es debido. Ella sabe de qué hablo… Sara y yo deberíamos empezar a echar los euromillones, pero siempre se nos complica XD

Ella tiene un catálogo muy amplio de servicios, del que nosotros contratamos coordinación de proveedores y ceremonia, así como el diseño y decoración de la barra libre.

No tenemos más que palabras bonitas hacia su trabajo, su entrega, su cariño y todas las facilidades que nos dio (y para Jorge también), se encargó de que todo fuera como la seda e incluso de enmendar cosas de otros que no tenía por qué. Gracias a ella estoy segura de que me he evitado más de un disgusto y, como digo, eso garantiza una buena salud mental (y eso sí que no está pagado).

DECORACIÓN Y DETALLES VARIOS

Aquí tiramos de proveedores varios como la web Felizboda (cartel de bienvenida, cartel para niños y un camafeo con la foto de mi abuela para el ramo), Mundodetalle (Photocall recomendadísimo y las iniciales gigantes, ambas cosas con un guiño especial al mundo de Harry Potter, también tienen cientos de detalles para bodas), el mismo hotel Ayre, nuestra wedding que también alquilaba cositas, Primark (pomperos y barritas led), Ale-Hop (las chapitas) o, como no, Aliexpress (sobrecitos para el arroz, cubretacones, deco para la barra libre…).

Roll up de bienvenida
Iniciales y símbolo de Las Reliquias de la Muerte
Mesa salada/dulce de la barra libre

La parte floral la pusimos en manos de Andaluflor, desde mi ramo de novia hasta los centros de mesa, pasando por el arco floral de la ceremonia, los cestos de flores y los prendidos. Con Andaluflor nos pasó un poco aquello de la Ley de Murphy: «si algo puede salir mal, saldrá mal», por mucho que cuando llames, vayas o escribas repitas las cosas. No voy a entrar en detalle para no aburriros, pero sí decir a su favor que la mayoría de las cosas las solucionaron o las interceptó la wedding (bendita ella) para que se solucionaran. La atención siempre fue buena y sabemos que hacen un trabajo precioso, pero no entendemos cómo a pesar de que tenían todo anotado y repasado pudo haber estos fallos que acabaron por ensombrecer el servicio.

MÚSICA MAESTRO

Para la ceremonia y los aperitivos contamos con un dúo de Chelo y Piano, que forman parte de Euterpe. Al chelista lo conozco desde pequeño y me hacía especial ilusión que tocara en mi boda (siendo ya todo un señor catedrático). Tienen un repertorio de versiones súper bonito y también uno más clásico, nosotros elegimos las covers (aunque soy una enamorada de la música clásica, pero para ese día no lo veíamos).

Euterpe

Para la barra libre tuvimos a Nacho de Kat Music, un chico súper majo que hizo un trabajo estupendo, con mucha variedad y que fue cambiando según la ambientación. Todo el mundo bailó hasta el final a más no poder y lo pasamos estupendamente. Siempre tuvo en cuenta nuestros gustos y atendía peticiones (y prohibiciones jejeje).

COSAS VARIAS

-Las invitaciones las encargamos a Atica Wedding (están en Lucena). Súper bonitas, personalizables y bien de precio.

-El viaje lo contratamos con Nautalia, estuvimos mirando varios y es que la diferencia de precio, a igualdad de hoteles y vuelos, era tremenda. Fuimos a Nueva York, Orlando (a los parque Universal) y a Riviera Maya, estuvimos casi 3 semanas. De la agencia decir que bien, algún inconveniente que nos surgió lo resolvieron raudos y veloces y sin problema.

-Por si a algun@ también le interesa, mi chico se compró el traje (media levita) en PROTOCOLO. Fueron los que mejor le atendieron con diferencia y súper profesionales. Él está muy contento y ha salido de allí con un master en trajes de novio jajaja.

-Para tratamientos de belleza fui a Rafi Moya, está muy cerquita de mi estudio y es súper apañada, es a donde voy cuando necesito algo 🙂

-En principio llevábamos venenciador pero lo tuvimos que cancelar porque al final éramos poquitos invitados, pero igualmente yo lo quiero recomendar porque hace años que conozco su trabajo (y su vino jeje) y con él todas las gestiones, incluso la cancelación, fueron fáciles. Es Rafa de Venenciadores de Moriles.

-En almacenes Moyano también compramos cositas para la decoración, la mesa dulce e incluso también pajitas biodegradables para sustituir las de plástico.

-Aunque es cierto que hubo varios detalles, el conocido como «regalo» para los invitados fue una donación que decidimos hacer a dos ONG’s: Acógenos (protectora de animales de Cabra) y Fundación Ocho Tumbao.

-El seating plan lo diseñamos nosotros utilizando las casas de Juego de Tronos y un mapa con las tierras de poniente 🙂

LA BODA: MI EXPERIENCIA

El primer consejo que os voy a dar lo tengo claro desde el primer momento: TODO POR ESCRITO.

Cualquier oferta, cualquier acuerdo, cualquier detalle, cualquier modificación… TODO POR ESCRITO. Y no solo los proveedores, sino vosotros. Porque luego «Donde dije Digo, digo Diego», y si no fuera por esto os aseguro que habría tenido más de un disgusto y bien gordo. Si llegáis a acuerdos verbales, mandad un correo con lo hablado, de forma que se refleje también por escrito y que la otra parte de el OK (y que no se olviden de indicar si el IVA está incluido o no, que a listos no nos gana nadie…).

Una vez dado el que considero «EL CONSEJO VITAL» jejejeje, os contaré mi experiencia general resumida, primero para no saturaros y segundo porque hay detalles que guardaremos para nosotros.

Desde que nos comprometimos hasta la boda pasaron unos 9 meses, lo que yo considero un tiempo prudente, ni mucho, ni poco. Soy una persona muy organizada, así que tened por seguro que todo el trabajo que pudimos adelantar se adelantó para poder «desconectar en verano», por lo que en ese sentido no nos pilló el tren, pero es verdad que hay cosas que hasta última hora no se pueden resolver y que mi mayor carga de estrés fue el tener que estar pendiente de tantísimas pequeñas cosas y plazos, llevarlo todo al detalle y que no se olvidara nada (y, mientras tanto, seguir escuchando las quejas por la falta de jamón que claramente iba a provocar anemias severas… ¬¬’).

Os explico todo esto para llegar a la conclusión de que el camino no ha sido fácil, para nada. Ha habido momentos complicados y la presión de estar a la altura y querer contentar a todo el mundo tenía el plus añadido de la comida, pero siempre tratábamos, como imagino que harán todos los novios, de hacerlo lo mejor posible y de cuidar cada detalle. Tratábamos de tener en mente que iba a ser un día inolvidable, con mucha familia y amigos que, en su mayoría, se habían esforzado en coger incluso aviones, trenes y coches de alquiler para estar a nuestro lado y celebrar con nosotros la felicidad de haber encontrado un compañero de vida.

Y verdaderamente así fue, hubo cosas que no salieron conforme a lo previsto, como en todas las bodas, pero lo que sí tengo claro es que lo pasamos estupendamente todos. Que fue una boda pequeña con justos compromisos, bonita y diferente, y que quedará para nuestro recuerdo por siempre. Tengo en mi mente grabados momentos muy bonitos y emotivos. El ver a amigos de distintos grupos juntos y congeniar es maravilloso, el ver a familia reunida de nuevo es único, y el tener a todo ese conjunto de personas que te aprecia allí contigo para reír, bailar y celebrar, es algo inexplicable.

Por esto es por lo que sentimos verdaderamente que mereció la pena todo el esfuerzo y disgustillos. Hay que aprender a relativizar (que se dice pronto) y darte cuenta que lo que tú crees grave no es tan grave (si te amargas porque un cartel no está bien puesto, piensa que la gente no se va a fijar ni en que había un cartel, y esto es real jejeje). Y si pasa alguna faena, tienes dos opciones: dejar que te machaque tu boda o lidiar con ello y para adelante.

Y todo lo anterior os lo dice una que quizá pecó al principio de preocuparse demasiado de lo que «no había salido bien» (a tal punto de desvelarme durante varias horas algunas noches), hasta que vi de nuevo las fotos, los vídeos y las palabras de la gente, y hasta que una Hufflepuff me hizo escribir esta entrada desde otra perspectiva (gracias por tu apoyo todos estos meses), y fui verdaderamente consciente de lo bonita que fue nuestra boda, nuestras 2 bodas (que la del juzgado también cuenta), de cuántas cosas sí salieron bien y de todo lo que la gente nos ayudó, acompañó, felicitó y disfrutó con nosotros, no sólo ese día, sino desde que dimos la noticia.

Y hasta aquí la que creo es la entrada más larga (y personal) de la historia de mi blog.

Espero que os haya gustado, os haya ayudado y, en algunos casos, os haya sacado una sonrisa al recordar las vuestras.

¡Si habéis llegado hasta el final sois unas campeonas!

Un abrazo maquillantas 🙂

*Muchísimas gracias a los invitados que compartieron sus fotazas conmigo, en especial a Agu, que hizo todo un reportaje. También a mi fotógrafa que hizo un trabajo estupendo y la mayoría de las que ilustran esta entrada son suyas 🙂

MI BODA: EXPERIENCIA Y OPINIONES

2 pensamientos en “MI BODA: EXPERIENCIA Y OPINIONES

  • 19/11/2019 a las 23:25
    Enlace permanente

    Enhorabuena preciosa, solamente por todo lo que ha pensado tu cabecita en cómo querías que saliera en cuanto a tu ideología y forma de vida conciliando lo que se «entiende como normal», me parece maravilloso. Y tu explicación en el blog, detalladisima.
    Enhorabuena

    Responder
  • 21/11/2019 a las 08:53
    Enlace permanente

    Pues yo me lo pasé muy bien! Y el fotógrafo extraoficial también! Vi durante meses tu dedicación y puedo decirte que se notaba que no faltaba un detalle!

    Responder

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